Más de Concepción

Ok! está bien, sé que me emociono cuando se trata de Concepción… pero es que… puede que no sea la ciudad más bella, en eso debo ser objetiva, pero es mi lugar, hasta y por ahora, aquí crecí (no sé si aquí moriré) y he sido testigo de una parte de su metamorfosis, he visto desaparecer y construirse lugares, la conozco (no todo lo que quisiera aún) y me deleito en ella, si alguna vez debo partir, he de tenerla en mi memoria, y como los grandes amores (supongo)… en el corazón…


Hace unas semanas echándole mano a unos diarios, descubrí que en el Mercurio estaban saliendo una láminas coleccionables de imágenes del antiguo Concepción, son mágicas, pronto subiré las que pueda haciendo un paralelo con las imágenes actuales…

Me dispuse obviamente a rescatarlas, me conseguí algunas de las que faltaban, y voy casi al día, sólo me faltan unas pasadas que ya conseguiré… son 20 en total y cada una trae una breve reseña al reverso…

A raíz de este asunto de las láminas me dediqué, desde mi ignorancia, a averiguar un poco más, la historia, los patrimonios arquitectónicos de la ciudad, y todo lo que quisiera sorprenderme… encontré con algunas edificaciones que no sabía que existían, otras por las cuales transité algunas veces sin saber lo que representan en esta urbe, y otras que simplemente ya no existen… en mi investigación (que todavía está en proceso) me encontré una página interesantísima!!, es un libro electrónico que se llama “Crónicas y Semblanzas de Concepción”, escrito por René Louvel Bert, profesional designado Hijo Ilustre de Concepción en 1980 a sus 76 años, en él este hombre relata, desde su vivencia y con ese aire de nostalgia que me atrae incorregiblemente, lo que fue este Concepción de antaño que tanto me apasiona… este que vendría siendo algo asi como… el de nuestros abuelos, para más o menos ubicarlos en el tiempo… cuando al Parque Ecuador todavía lo llamaban Alameda, cuando los que ahora son edificios del centro eran casas, algunos denominados palacios y/o castillos, cuando Barros Arana se llamaba Comercio y los faroles que alumbraban la calle eran a gas…

Eso no más, los invito a visitar http://www.bibliotecamunicipaldeconcepcion.cl/libros/cronica/indice.htm

Ya vienen fotos…

Te extraño Conce...he de confesarlo...

Esta noche me reencuentro con la nostalgia, ese ya lejano sentimiento que es tan mío y a veces incluso necesario, será que han habido pocos hitos en mi vida últimamente que me permitan sentir nostalgia por tiempos ya pasados… o será que he avanzado tan incesantemente que no he tenido ni tiempo ni necesidad de mirar atrás? mmm… el hecho es que aquí estoy en la casa de mi madre, no de vuelta, si no de visita, y aquí es donde me doy cuenta de lo que he extrañado este lugar… no el departamento precisamente, si no el estar en Conce, aquí a la mano, cerca del sonido del tráfico y de la energía que mueve a la gente, eso es lo que extraño, estar cerca del movimiento, aunque no sea partícipe de él, aquí es donde me doy cuenta que pertenezco en cuerpo y alma a esta ciudad, esta ciudad que tantos cambios ha tenido y yo he sido testigo de ellos, así como también el ha sido de los míos, esta ciudad que ha soportado mis pasos desde que era niña corriendo por ahí, cuando era adolescente, un poco desorientada y algo rebelde, en mi tiempo de universidad, y ahora que soy “grande” también me ha tenido aquí… viviendo en el centro, siendo parte silenciosa de todo el murmullo de la gente, llorando algunas veces por ahí y otras riendo escandalosamente, caminando de noche, de día, en otoño, en verano… lo he visto crecer, lo he visto cambiar… como yo he crecido y cambiado en él … será cosa de costumbre estar lejos? mmm… no creo, es decir, no quiero…